-Todos dicen que parezco más chico-
Ella se ríe, se rasca la cabeza.
-Estás embalsamado,
vendando en blots de Hofmann,
macerado en cerveza.-
Pero la paciencia de Dios tiene límite,
las canas siguen saliendo.
Antes, cuando lo sabía todo,
y jugaba en un mundo predecible,
era cada vez más joven.
Ahora no puedo ver a través de las puertas,
sólo queda tocar.
El mundo es más terrible, más divertido
de esta manera.
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